jueves, 31 de octubre de 2013

Hire a hooker in Facebook.







Facebook, en mi opinión, hace aguas. Y no precisamente para traernos algo nuevo al mundo.
Le he dado muchas vueltas al tema y la única conclusión que saco es que la red social no es la misma a la que me uní en 2007.

Internet hace que todo vaya más rápido, y eso hace que las redes sociales tengan un pulso continuo con él, de forma que no caigan en el olvido de un día para otro.

Facebook para mi significaba mucho hasta hace muy poco. Pasaba horas muertas (y horas de clase) realizando misiones en el Mafia Wars. Estos juegos casi hacen que repitiera segundo de carrera, haciendo que dejara a un lado las segundas vanguardias artísticas por agregarme a un desconocido de Bangladesh y a una de Australia con fotos de una modelo, con tal de que me proporcionaran energia extra para las misiones.

Antes era más participativo. Ibas a una fiesta y al día siguiente aparecía etiquetado hasta el grano que habías olvidado reventarte, por no hablar de los test para comprobar cuanto sabías sobre tus amigos. 
O crearte a ti mismo en un muñeco 3D, con muñones en vez de manos, subiéndote a un dinosaurio.

Pero todo eso, de repente, ha quedado atrás.


La gente sigue jugando a los juegos y subiendo fotos, pero en su mayoría lo único que hace es compartir, compartir, compartir...¿compartir para qué? ¿para crear debate?. Y estos ilustrados son los que se mofan de los que usan Twitter. 
PLAS! PLAS!

Y cuando no se trata de compartir, buscan que te unas a su pagina.
¿Por qué voy a unirme a tu página si diariamente veo los mojones que haces en tu cuenta personal?.
Si hubiera aceptado todas las invitaciones, ahora tendría a todos mis amigos por duplicado.


En cuanto deje de hablar con las dos polacas de turno, lo cierro.
Todo tiene un punto y final, pese a que nunca queramos verlo. 








domingo, 6 de octubre de 2013

Albergues: desayunos gratis y mucha basura.





Casi un año después de mi ultima publicación, que lo único que quiero remarcar es que mi experiencia en Polonia me sirvió para sentar las bases de mi estancia en Inglaterra este año, soñada desde hace tiempo.

Voy a hablar de los albergues porque, ya puestos, he dormido en infinidad de ellos durante todo este año y he llegado a entender algunas cosas.


Servicio de lavandería:


Wifi gratis:
Para empezar, la primera de las decepciones, porque sí, será gratis, pero muchas veces solo tienes red wifi en la sala de estar o el servicio no aguanta una misera llamada por Skype u otras veces no llega a la habitación.

En el ultimo albergue que he estado, el servicio hot spot solo duraba 15 minutos.Pasado ese tiempo,tenías que darle a conectar (no sé como con este servicio pude encontrar casa en Liverpool, trabajo y ver dos capítulos de Breaking Bad).
Ah, ¿querías más? pues paga.


Habitación para no fumadores:
Parece una gilipollez, dado que no se puede fumar en ningún espacio dentro del albergue, pero no lo es. Creedme, vuestro sueño mejoraría si durmieseis en una habitación de no fumadores.
Porque lo que ronca alguna gente por tener los pulmones como Mordor no es normal.
A veces incluso, son como pajarillos en primavera, ronca primero uno y le responde otro de seguido.


Tipos que suelen dormir contigo en la habitación:


-Señor mayor de 50 años:
El típico buen hombre con su chaqueta y maleta Samsonite,que desea ahorrarse los precios del hotel, pero se comporta como si estuviera en el Ritz-Carlton.
Se airea sin pudor, se levanta a las 4:00 de la mañana porque en dos horas sale su avión, enciende la luz, hace gárgaras y sonríe mientras te desvelas.


-Hooligans: Gorras, pieles rojas, pantalones vaqueros y tatuajes.
Ellos traen a la habitación el aroma a JB y Cuba Libre. Basándome en la ultima experiencia, muchas veces vuelven a las 5:00, pero a diferencia del señor de 50 años, no encienden la luz, solo se rocían con el spray desodorante en la cara, unos a otros.


-Grupos de españoles: Estos son una mezcla de los dos anteriores, encienden la luz hasta tarde y hablan en voz alta. Hasta que no deciden el plan del día siguiente, no se acuestan (si hablar por el Whatsapp o jugar al Candy Crush se puede llamar dormir). 
Se quejan constantemente del sitio en el que están, como si el país en cuestión tuviera la culpa de tener menos horas de luz que España. Tócate los cojones.


@Facundo_reyes